La técnica de los seis sombreros para pensar, de Edward de Bono

Técnica de los seis sombreros

La técnica de los seis sombreros para pensar de Edward de Bono sigue siempre la misma pauta, la misma estrategia. No obstante, por muy simple que nos pueda parecer a simple vistaesta dinámica, no deja de tener un impacto muy positivo en nuestro cerebro, puesto que lo que estamos llevando a cabo es un “entrenamiento” en toda regla para que aprender a pensar mejor.
Un aspecto que de Bono nos sugiere en su libro de los “6 sombreros” es que algo tan simple como ponerse un sombrero en la cabeza constituye en muchos casos un acto deliberado. El pensamiento también debería seguir esta regla, “ser deliberado y muy cuidado”. Pensar bien, para vivir mejor, es una regla a seguir y, por ello, nada mejor que hacer uso de “varios sombreros” para conseguir un estilo de pensamiento variado, ágil y creativo.
Así, lo que busca esta técnica es representar seis direcciones de pensamiento contenidas en seis sombreros imaginarios. Cuando aparece un problema o intentamos tomar una decisión, cada sombrero nos ofrecerá una premisa, una visión, un encuadre concreto. Una vez los hayamos usado todos de forma proactiva, nos sentiremos más capacitados para tomar una decisión.
Veamos ahora qué nos enseña cada sombrero.

El sombrero blanco

sombrero blanco representando la técnica de los seis sombreros
Este sombrero nos enseñará a ver las cosas desde un punto de vista objetivo, neutro y vacío de sesgos. El estilo de pensamiento que aplicaremos se basará en el análisis de los datos, en el contraste de la información proporcionada sin emitir juicios de valor.
-El sombrero blanco busca hechos concretos.
-No interpreta ni da opiniones.

Sombrero negro

  • El sombrero negro representa lo lógico-negativo y nos enseña a comprender por qué ciertas cosas pueden salir mal, no funcionar o no acontecer de la forma que nosotros pensamos.
  • La técnica de los seis sombreros nos ayuda también a ser críticos y a ver la parte negativa de las cosas para ser más realistas.
  • En ocasiones, es necesario ser conscientes de los hechos adversos o complejos, esos muros sin salida que hay que aceptar para hallar salidas más válidas.
  • Asimismo, este tipo de pensamiento se nutre también de nuestra experiencia pasada, esa que nos recuerda los errores del ayer, esa que nos dice que es mejor intentar cosas nuevas antes de caer de nuevo en las mismas trampas.

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