A veces cuando la vida te invita a reflexionar,
cuando no tenemos prisa, ni el tiempo apremia, podemos disfrutar, recordando o
revisando objetivos, somos conscientes que merecen la pena esos momentos tuyos
en los que te sientes cómodo, viendo pasar el tiempo, siendo a veces
protagonista y otras paisaje entre la multitud.
Y esa imagen que retienes en tu pupila, a veces
viendo, a veces la mente en otro sitio, vuela, trae y lleva pensamientos que te
acompañarán toda la vida.
Momentos vividos, otros por venir que afrontarás
con alegría, enfrentando nuevos retos, y diciéndote ¡Y porqué no!.
Nunca se puede decir de este agua no beberé, porque
la vida sigue en continuo movimiento y adaptarte es la única y mejor opción para
gestionarla.
¡Te gustan los retos! un millón de ideas se me
ocurren, sólo las que dependen de mi las llevaré a cabo, otras también
extraordinarias dependen de otras personas y Dios sabe si ellas se cruzarán en
mi camino.
Anoto, leo y disfruto de esos libros que me compro
o me regalan por mi cumpleaños.
Una biblioteca con los mejores libros tengo seleccionados
pero no voy a esperar a la jubilación porque al paso que vamos puede que no
llegue, y ya he empezado a disfrutar de lo que me engancha, la lectura.. siempre con un libro entre las manos.
Es un hábito y confieso que es lo que viví en mi
casa de pequeña, siempre vi a mi abuelo con un libro, la biblioteca de
Villavieja de Yeltes se le quedaba pequeña. Leía y me recitaba versos de Don
Juan Tenorio..
Me gusta la poesía, esos versos que me salen del
alma, intentando plasmar mis sentimientos, que libres como el viento los adapto
a mi manera y los expreso con todo el coraje y cariño con que los hago. Unas
veces dedicados o hechos para un evento, otras, por mi extrovertido carácter
de relacionarme con todo el mundo contándole lo feliz que soy y para
contargiarles mi alegría.
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